#1. A un apuesto profesor, bailarín de salón en sus ratos libres y recién llegado al instituto de un barrio marginal de Chicago, se le encomienda una clase compuesta por alumnos en estado de predelincuencia. Gracias al baile y a su mano izquierda, canaliza la ira de sus pupilos y consigue hacer de ellos un grupo de buenos ciudadanos y excelentes bailarines.
#2. Un joven relojero admite un trabajo de circunstancias: hacerse cargo de una clase de alumnos en estado de predelincuencia del instituto de un barrio marginal de Denver. Gracias a la magia de la mecánica de los relojes y a su mano izquierda, canaliza la ira de sus pupilos y hace de ellos magníficos relojeros, así como buenos y puntuales ciudadanos. El mundo se llenará de relojes con la leyenda Colorado Watches en su esfera.
#3. Un joven constructor recibe una benévola condena por ciertas componendas efectuadas al borde de la ley: hacerse cargo temporalmente de una clase, compuesta por alumnos en estado de predelincuencia, del instituto de un barrio marginal de Detroit. Gracias a su talento para los negocios, sus pocos escrúpulos y su mano izquierda, canaliza la ira de sus pupilos y hace de ellos perfectos promotores inmobiliarios y buenos ciudadanos. Como la ley es un tanto restrictiva en su ciudad, deciden saltar el charco y establecer su negocio en una conocida población turística de la costa malagueña, cuya línea costera, a buen seguro, habrá de ser modificada pronto en los mapas.
#4. Un joven profesor de filosofía de la Universidad de Yale decide poner en práctica ciertas teorías pedagógicas suyas con una clase de alumnos en estado de predelincuencia del instituto de un barrio marginal de Nueva York. Gracias a las lecturas dramatizadas de El ser y el tiempo y a su mano izquierda, los pupilos acaban por canalizar su ira, por crear una nueva corriente filosófica, la Escuela de Harlem, y por ser un grupo de buenos ciudadanos.
Esta relación prosigue ad infinitum.
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