Lo advierto con una sensación un tanto heladora: sólo yo comprendo al viajero que contempla con falsa impavidez la paliza del malote a la chica; su cobardía y la humillación que aquélla comporta en un mundo, según parece, repleto de héroes.
Lo advierto con una sensación un tanto heladora: sólo yo comprendo al viajero que contempla con falsa impavidez la paliza del malote a la chica; su cobardía y la humillación que aquélla comporta en un mundo, según parece, repleto de héroes.
Es muy fácil decir que hay que actuar, pero lo mejor en ese momento es dejar ir al agresor. Si el chico hubiera dicho algo le hubiera dado pie a lo que quería el agresor, liarse a dar hostias.
ResponderEliminaréchale un vistazo a este link.
ResponderEliminarhttp://sisterboydrama.blogspot.com/
Pues yo he visto a gente pasando de todo en el metro y a gente enfrentándose a los incívicos. Recuerdo a un negro echándole una bronca larga y en altísima voz a un sudamericano por mear en una esquina. El otro le escuchó y, cuando terminó, le amenazó hasta que el negro tuvo que irse a otro lado del andén.
ResponderEliminarPero vamos, yo al nen del metro le doy una yoya.
Lo curioso es que ahora anden que si le meten en la cárcel o no. A mí me pegó un botellazo un tío en un pueblo, me rasgó un hueso de la boca y le pusieron cien mil pelas de multa, basicamente porque no se presentó al juicio, que si no, es posible que ni eso. Si las agresiones se tasan a cien mil pelas el diente ¿por qué este hombre va a ir a la cárcel? ¿porque su vídeo de primera abre los telediarios? Evidentemente, sí.
Como me dan mucho miedo los jueces, igual no está tan mal que les ayuden los telediarios o que les ayudemos entre todos.