miércoles, 2 de marzo de 2016

El mito del votante escarmentado

El deplorable discurso de investidura del candidato Sánchez consiguió reafirmarme en dos puntos. El primero, la pésima impresión que me había formado del sujeto en el célebre debate contra Rajoy.
El segundo sirve cuando un político cree su obligación hacer promesas a tontas y a locas: entonces la obligación del votante es no creerle. ≈

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