Quique peinado nos cuenta cuánta pena le ha dado el fallecimiento de Dani, hostelero de su barrio, figura paterna vicaria y forofo del Atlético, que un día invitó al autor del artículo a una coca cola porque el Milán había endosado cinco goles al Real Madrid. Una columna de interés, creo, discreto.
A su lado, Luis Martínez denuncia que "la Humanidad ha entrado en un tiempo sin tiempo en el que sólo cuenta la permanente celebración del yo" y que "dedicamos más energía a organizar el relato de nuestras vidas que a realmente vivirlas".
Yo estoy más de acuerdo con Martínez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario