Pero no. Para Radio 5, "Todo Noticias" la verdadera información consistía en escuchar a Rodolfo Ares opinando que la dimisionaria es una aprovechada, una inconsecuente y que debería haberse ido mucho antes... De la comparecencia ante la prensa de la execrada Díez no se escuchó ni un solo segundo.
Por no hablar, por ejemplo, de este ejemplo de información de fuste, o de destrucción, que nos ofrece El País:
En realidad, no hay una Rosa Díez sino dos. La primera fue la dirigente socialista ejemplar y abnegada de los tiempos más difíciles de Euskadi, cuando ETA mataba decenas de personas al año y contaba con un respaldo popular del que hoy carece (...)
Su distanciamiento del PSOE empezó, por tanto, en julio de 2000. En el Parlamento Europeo se opuso a la investigación del lino, de la catástrofe del Prestige, a las políticas de trasvases. Defendió al PP frente al PSOE con el escaño socialista. En 2004, con el triunfo de Zapatero y la llegada de Jaime Mayor al Parlamento Europeo, se alineó con la política del PP de uso del terrorismo como arma de confrontación. Sus posiciones no las defendía en el seno del PSOE.
Cuando me tropiece con un periodista de ésos que van sermoneando sobre el carácter sagrado de su misión, mi diversión será insuperable.
En fin, contemporicemos un poco leyendo a un periodista que sí sabe distinguir entre su opinión y la información:
Hay algo en el comportamiento de Rosa Díez que debería destacarse. Le hubiera bastado ponerse un poco en perfil egipcio para garantizarse su reelección en 2009. Probablemente no le habría hecho falta pelotear mucho a José Blanco para garantizarse su puesto de europarlamentaria cinco años más, hasta el límite de la jubilación. Nada le impedía legalmente haber seguido disfrutando del cargo los dos años de legislatura que quedaban. Su renuncia de ayer debería ser entendida como lo normal. Pero lo normal, ¿comparado con qué? A ver, por 25 pesetas la respuesta, nombres de socialistas que en los últimos años hayan renunciado a un cargo invocando un caso de conciencia. Un, dos, tres, responda otra vez...
[Aizpeolea en la intimidad]
No hay comentarios:
Publicar un comentario